Guías y evolución
¿Porque necesitamos un guía espiritual? ¿Realmente es necesario?
Somos seres de luz viviendo una experiencia humana. Seres de luz que, al encarnar, olvidan su origen y su propósito de vida. Si no fuera así, no tendría lugar el aprendizaje. Para descubrir la belleza y el poder del amor, uno debe primero olvidarlo, creyendo que el juego en el que se encuentra inmerso es real y hallando la manera de trascender la dualidad. La única manera que existe es el amor. Al menos, la única que devuelve la paz y la alegría.
Cuando aplicamos amor todos los conflictos se resuelven, pero aplicar amor resulta muy difícil cuando uno cree que el juego de la dualidad es la realidad. Cuando, tras un conflicto doloroso, uno comprueba que el amor lo soluciona, comienza el proceso de la iluminación. La iluminación es el resultado de aplicar amor de manera continua y sostenida en todo lo que uno hace, a pesar de los problemas, a pesar de los conflictos y del dolor.
Pero para llegar a descubrir el poder del amor, uno debe perderse mucho previamente. Darse cuenta de que el miedo no resuelve, sino que complicay decidirse a cambiar su manera de ver el mundo y a los demás. En este punto resulta fundamental la ayuda de los guías espirituales, porque a los seres humanos, que olvidamos con facilidad nuestro origen de luz, nos cuesta mucho dejar atrás el miedo y abrirnos al amor.
La ayuda de un guía espiritual nos ofrece confianza en nosotros mismos y voluntad. Una perspectiva más elevada de cualquier cosa que no se esté sucediendo y, sobre todo, una gran transformación. La transformación que se produce cuando comenzamos a recordar que somos seres de amor y no de lucha, luces infinitas que experimentan la dualidad para ayudar a la expansión de la vida, almas generosas que se ofrecen voluntarias para generar, con su propia experiencia, un cambio en el mundo.
El recuerdo de la propia esencia y del propósito de vida, aquello que hemos venido a manifestar en la Tierra, inicia el proceso de la iluminación.Cuando una persona se ilumina ha trascendido la dualidad. Su alma puede expandirse plenamente, sin los límites que impone el miedo o la creencia de separación.
Entonces influye positivamente en las personas con las que se relaciona, simplemente estando cerca de ellas, activando con su presencia el recuerdo de la luz y del amor que habita en el corazón.
Es lo que logra el contacto diario con un guía espiritual, porque los guías son pura luz, seres iluminados que han trascendido la dualidad o que se encuentran lejos de ella.
No sólo ayudan sus consejos. Ayuda sobre todo su presencia. Al comunicarnos con ellos entramos en contacto con su energía y, así, su propia luz nos influye positivamente, para que abandonemos el miedo y el rencor, y afrontemos la experiencia humana desde el amor, y no desde la lucha.
Evidentemente podemos avanzar en nuestras vidas ajenos por completo a la presencia de los guías, pero contar con su ayuda puede resultar determinantea la hora de comprender que la experiencia humana no es un castigo, sino un regalo; que hemos venido a disfrutar; y que lograrlo no resulta difícil si atendemos a la voz del corazón, donde se encuentra el alma, que está deseando guiar nuestro camino desde la propia luz interior.
Uno se pregunta a veces: si mi alma es tan sabia, tan amorosa, si soy pura luz, ¿para que necesito un guía?
Para trascender el miedo a escuchar la propia voz,que es uno de los mayores escollos en los que no se encallamos los seres humanos.
Para vibrar más altoen contacto con su luz.
Para experimentar emociones más elevadasque me ayuden a disfrutar y no a sufrir.
Para recuperar el rumboque perdí al silenciar mi propia voz interna.
Para mirar la vida con los ojos del amory resolver así todos mis conflictos, comprendiendo que es la única manera de experimentar la paz.
Alicia Sánchez Montalbán
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